La oración, pero no como la venías orando

Ya te decidiste. Vas a empezar algo nuevo, sin siquiera saber qué es lo que se viene. ¿Y cómo se empieza?
Chan….chan….chan…lluvia de chanes…
Seguramente oyeron cuarenta mil veces decir a los líderes del grupo de jóvenes que es importante orar. Y oraron. Oraron por la prueba del lunes, oraron por la abuela enferma, oraron por que llegue un novio, le dieron gracias a Dios por todo y le pidieron perdón por lo malo que hicieron. Está bien. Pero siempre hay algo que sin darse cuenta, no lo pidieron, y por eso no pasó.
En algún momento les paso, les está pasando o les va a pasar que quieren vivir plenamente y únicamente de la mano de Dios. Vivir solo para Él, lo cual no involucra hacerse monja por cierto, hacer cosas para Él y brillar (2 Corintios 3:18).
¿No te tienta mucho la idea? Déjenme decirles que la experiencia de caminar a su lado no se compara a ninguna otra. Es un paseo en canoa que no vas a experimentar en ningún otro lado, porque te va a llevar a lugares hermosos. No hay que tener miedo de nada en absoluto, podrá haber tormenta, lloverá, vas a tener miedo te ahogarte tal vez, pero en ningún momento te va a dejar. No te tenés que preocupar por nada, absolutamente nada, de nada, de nada. Esto es seguro, Él te lo prometió unas cuantas veces en la Biblia.
Mi lance al río comenzó en el momento en el que adopté en mi oración la oración que hizo Jabés, un personaje casi ni conocido mencionado en el antiguo testamento, que llegó a mi gracias a un libro que probablemente fue una evidente mano de Dios abriéndome los ojos hacia esta nueva vida. Este libro (The Prayer of Jabez: Breaking through the Blessed Life) analiza la oración de este desconocido personaje y remarca la importancia de cada una de sus partes. Esta oración se encuentra en 1 Crónicas 4:9.
Pero no vamos a explicar todo esto, solo vamos a resumir lo que el autor, el Dr. Wilkinson, extrajo de esta plegaria:

-"Dios, bendecime hoy": Para tener una vida llena de bendiciones hay que pedírselas. Él nos va a bendecir una vez que le pidamos que nos dé más de los regalos maravillosos que disfrutamos en esta vida, y Él mismo se está muriendo de ganas de que le pidas más. Pedirle que nos bendiga, por cierto, es como decirle a Dios “Dame un regalo, pero dame el que vos quieras y que creas que es el más adecuado para mí”, le estamos ‘dando el OK’ para que obre en nuestras vidas de manera que disfrutemos de Él hoy y que al mismo tiempo todo sea para su gloria. Nos estamos tirando al río y dejando que este nos lleve a donde quiera, pero sabemos que a donde sea que nos lleve, va a ser el lugar perfecto porque Él nos quiso llevar ahí, Él sabe que nos gusta y qué no nos lastima.

-"Expandé mi territorio": Hay que pedirle a Dios que expanda nuestro territorio si queremos ‘trabajar para Él’ para poder expandir su territorio aquí. Pensarás que sos chica para ya tener un grupo de gente al cual liderar, pero expandir nuestro territorio va a empezar por poco, si alguien recurre a vos por algo, ya es señal de que Dios te arregló una cita con esa persona, y no es ni mas ni menos que una gran oportunidad para hablar de su parte y para ser usada para su gloria. Expander el territorio se puede dar de diferentes maneras. Si no tenés amigos en un principio, puede que ese sea el primer paso.

-"Que tu mano esté con migo": En el momento en el cual probablemente te sientas abandonada, desorientada, sin saber a donde ir, es precisamente el momento en el cual estás caminando de la mando de Dios. Raro, si, pero cierto. En el momento en el cual sientas que ya no podes con todo, va a ser el momento en el que pidas ayuda. Vas a pedir que su mano esté con vos, y eso es que nos llene de su Espíritu. ¿Para qué? Bueno, se podría decir que sin el Espíritu de Dios dentro de nosotros, no seríamos absolutamente nada: “Por la inmensa riqueza de su gloria, pido a Dios que por medio de su Espíritu los haga cristianos fuertes de ánimo” (Efesios 3:16) Es pedirle agua al río para poder seguir y al tomar agua de su río, estamos también dejando que esta agua cumpla su ‘efecto’ de seguir viviendo para Él y como Él quiera.

-"Manteneme alejada del sufrimiento y del pecado": Es importante también que le pidamos que nos mantenga alejados a todos del peligro, la tentación y el pecado. Una vez que te triaste a este río, no te olvides de pedirle a Dios que te mantenga alejada del dolor y del sufrimiento, y una vez que pusiste esto en las manos de Dios, podés dormir tranquila, porque Él te prometió cuidarte. Además pedirle que nos mantenga alejados de todo esto es mejor que pedirle fuerza para enfrentar problemas, lo cual no significa que nunca los vayas a tener, pero Jesús mismo nos pasa este "machete" en Mateo 6:13, diciéndonos que le pidamos a Dios que nos libre de el poder del diablo, no que le pidamos fuerza para pelearla. Es muy importante también que le pidamos que nos mantenga alejados del pecado, ya que esta es la pinza con la cual el diablo va a intentar cortar esa relación fuerte con Dios. Siempre, y repito, siempre, hay que estar alerta a las tentaciones que se nos presentan diariamente. El pecado nos va a causar un problema grave con la conexión a Internet, evitando que estemos conectadas.

Esta estructura ustedes la van a moldear a su manera seguramente, y ahora que lo recuerdo, hay otra estructura que puede ir intercalada con la que ya mencionamos llamada ACAS: Adoración, Confesión, Agradecimiento y Súplica.
Adorar es reconocer y honrar a alguien o a algo como Dios. Adorar es dar la honra debida al ser de Dios, adoración es la respuesta por parte de la criatura ante el Creador. No es necesario que cada vez que lo adoremos en oración lo hagamos cantando una de las canciones que cantamos en la iglesia, basta con decirle lo grande que es para nosotros, pero es importante de verdad lo sintamos. Este tema de la adoración lo tocaremos con más profundidad más adelante.
Creo que algo que ningún cristiano tiene que olvidar, es pedir perdón. Es fundamental que reconozcamos que hicimos mal y que nos arrepentimos y hay que tener mucho cuidado también en el día a día, mucho orgullo puede oscurecer, y como habíamos mencionado antes, lo que nos separa de Dios es el pecado, es la interferencia que nos va a desconectar de Él. Pecar es algo que no vamos a dejar de hacer nunca, y este tema también lo vamos a charlar mejor más tarde, pero lean 1 Juan 1:8-9. A pesar de ser pecadores compulsivos, en el momento en el que pedimos perdón Dios ya se olvidó, pero para no dejar que el perdón de Dios se nos suba a la cabeza...acordémosnos de la grán obra que Jesús hizo en la cruz por nosotros.
Cada vez que recibimos algo, respondemos con un “gracias”. Hay veces en las cuales lo decimos solo para que la persona sienta que de verdad estas agradecida, otras en las cuales de verdad lo sentís, y otras en las cuales estas tan enchufada con lo que recibiste que te olvidas de agradecer. Pensá en esto, Dios te dio absolutamente todo lo que tenés, ya sea material o lindos y malos momentos, ¿te acordaste de decirle gracias por todo eso, incluso por lo malo, pero decírselo sintiéndose agradecida de verdad? Eso de agradecerle por todo lo malo también lo vamos a charlar después.
Cuando hablamos de súplica estamos también relacionando el primer modelo que vimos. Tenemos que tener en cuenta que Dios sabe qué queremos o necesitamos, pero Él está esperando a que se lo pidas.

Cuando oramos no tenemos que hacerlo como si fuéramos loros. Orarle a Dios es como contarle a un amigo todo lo que te pasa, vos se lo tenés que contar, por más que esa persona ya sepa que estás mal, tenés que decírselo. Hay veces en las que orar con Dios es pedirle cosas a lo largo del día o agradecerle por cositas que van pasando, eso también demuestra que estamos confiando en Él, otra cosa que quiere, que le entreguemos todo lo que sentimos a Él y así vamos a tener una paz inigualable. Él quiere que le demostremos que confiamos en Él poniendo en sus manos todo lo que nos inquieta.

Cada vez que oramos, tenemos que hacerlo con fe. Sino, de nada nos sirve contarle todo esto si no creemos que el va a obrar. Hay una frase conocida, o que por lo menos yo escuche cuarenta mil veces: la fe mueve montañas. Esto puedo asegurarles que es 100% verdad, y si vos no pensás lo mismo, tenemos ya otro problema que puede interferir en la conexión. De nada nos sirve ir a la iglesia, orar, leer la Biblia, etc., si no tenemos fe. Es prácticamente la base de nuestra salvación. De eso se trata vivir una vida plena con Cristo, se trata de andar de su mano porque confiamos que ella es la que no nos va a soltar nunca, y si en algún momento sentiste que esta mano desapareció, sos vos la que te quisiste separar de ella, porque no tuviste fe o tu orgullo te hizo pensar que podías ya empezar a caminar sola.

Chicas que marcan diferencia, escuchen: No tienen que seguir estos modelos de oracón, ni ningún otro, como si fuera una leccion oral para el colegio, tienen que hacerlo de todo corazón, usen los mimos elementos de la manera que les sea más honesta frente al Señor a la hora de hablar con Él.
Espero que se animen chicas! Se van a soprender de lo maravillosa que es la relación con el Señor!