Manos de Dios a la obra

La razón de nuestras vidas es principalmente vivir para la gloria de Dios. Me acuerdo cuando el Señor me mostró esto, y me sentí revivida, porque ahora mi vida tenía un sentido. Sin embargo, hay que tener mucho, MUCHO cuidado a la hora de vivir para la gloria de Dios. Cuando le pedía a Cristo que me usara para su gloria todas las noches antes de dormir, no me estaba dando cuenta de que podía estar confundiendo cosas, ¿quería vivir para la gloria de Dios o también para la gloria mía? Cuando me di cuenta de este posible error que uno puede cometer, me sentí culpable de alguna manera por querer sacar a relucir mi nombre, esa era mi intención. Fue ahí cuando aprendí que la humildad era clave en la vida cristiana, era esencial que todo lo que hiciera fuera de manera humilde delante de Dios, no solo de los hombres. Entonces, en mi caso, vivir para la gloria de Dios era una razón, no un objetivo. Porque absolutamente todo lo que hagamos, conciente o inconcientemente, es para la gloria de Dios.


Sin embargo, no viene mal acordarse de cual es la función que tenemos, porque nos puede dar una pista de cómo vivir.

"Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu." 2 Corintios 3:18 (NVI)

Aquellos que han aceptado a Cristo como su salvador tienen los ojos abiertos a Dios, y si sentís que no lo ves, pedile que te abra los ojos a Él. Imagínense un espejo en un jardín que refleja la luz del sol. Así es como tenemos que ser los creyentes, tenemos que reflejar a Dios en nosotros.

Ahora bien, ¿en qué consiste esto? Jesús vino para servir, asi que nosotros tenemos que adoptar una actitud de servicio hacia los demás. Tenemos que dejar que el Señor nos transforme a través de su Espíritu.

"En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas." Gálatas 5:22-23 (NVI)

Los que aceptaron a Cristo recivieron su Espíritu, pero ¿cuántos dejan que este sea el que nos haga brillar de parte de Dios? Si queremos empezar a actuar como hijos de Dios en la tierra,tenémos que dejar que el Espíritu Santo que vive en nosotros nos transforme. Es cuestión de obediencia. Obedientes somos todos en realidad, pero la diferencia se marca en a qué y a quién obedecemos.

"Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, *fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas." Gálatas5:19-23 (NVI)

¿A quién obedecemos en verdad?

Si queremos honrar a nuesto Padre en el cielo, creo que podemos empezar a comportarnos como verdadéros hijos suyos.
Nuestra naturaleza pecaminosa siempre va a intentar ganar, pero nosotros tenemos que intentar callarla con la ayuda del Espíritu de Dios en nosotros. Es dificil, pero si le pedimos ayuda al Señor para cambiar, si nos entregamos a sus manos de alfarero lo más que podamos, más va a obrar en nosotros y más va a poder usarte para reflejar su luz en vos.

Cambiar solas es imposible, lo necesitamos a Él.

Chicas a marcar diferencia, escuchen: Pidanle al Señor que las ayude a cambiar, Él quiere ayudarlas en este proceso de crecer en Cristo, asi que no se olviden de charlarlo con Él. Acuerdense de los frutos del Espíritu y si ven que tienen problemas con un particularmente oren por ese también de manera especial y van a ver que en Cristo, ¡todo se puede!

"Pueblo de Israel, ¿acaso no puedo hacer con ustedes lo mismo que hace este alfarero con el barro? —afirma el Señor—. Ustedes, pueblo de Israel, son en mis manos como el barro en las manos del alfarero." Jeremías 18:6


"Hazme pensar sólo en tu palabra,
y no en las ganancias egoístas.
No me dejes seguir a dioses falsos,
pues quiero adorarte sólo a ti.
¡Cumple tu promesa y dame ánimo!"
Salmos 119:35-38

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sueños de amor

Sueños de amor
Esperando a la persona indicada

The kind of soldiers we are

Oración, pero no como te la imaginabas

Oración, pero no como te la imaginabas
Esos momentos de charla...es hora de llevarlos más allá

Nuestros sueños

Nuestros sueños
¿Tenemos el ok para cumplirlos?

Salmos 27:13-14

¡Pero yo sé que viviré para disfrutar de tu bondad junto con todo tu pueblo! Por eso me armo de valor, y me digo a mí mismo: "Pon tu confianza en Dios. ¡Sí, pon tu confianza en él!"

¿Corazón vacío?

¿Corazón vacío?
Del corazón mana la vida, ¿pero qué es lo que le dá vida en un principio y lo mantiene latiendo?¿Qué y quíen es lo que realmente te puede completar?

Gozo

Gozo
Cuando estamos en tormenta, tenemos algo que nos puede llevar a un día de sol